París, Francia | AFP |
"¡Apenas puedo creer lo que veo con mis propios ojos Osiris! Finalmente he conseguido esta imagen de Philae, el 2 de septiembre, a 2,7 km de distancia del 67P", tuiteó Rosetta.
Tras 10 años de viaje como pasajero de la sonda Rosetta, Philae había logrado un hito histórico al aterrizar en el cometa 67P Churiumov-Guerasimenko el 12 de noviembre del 2014.
Sin embargo, la maniobra resultó demasiado abrupta y Philae rebotó dos veces en la superficie antes de quedar inmovilizado sobre el cuerpo celeste, de forma irregular y unos 4 kilómetros de diámetro.
AGOTÓ BATERÍAS
El imprevisto hizo que Philae quedase posado en una zona de relieve accidentado y escasa exposición a la luz solar. El robot agotó sus baterías al enviar a Rosetta el resultado de unas 60 horas de observaciones y luego se quedó "dormido".
En junio del 2015 volvió a despertar, pero desde el 9 de julio de ese año no ha dado señales de vida. Más de una año después, Rosetta se dispone a poner fin a su vez a su misión, posándose también sobre el cometa el 30 de septiembre.