- Jorge Vera, Periodista del Grupo Nación de Comunicaciones.
- Enviado Especial
Paulo Reichardt finalizó su participación en el tiro olímpico (fosa doble) en los Juegos Olímpicos de Río, quedando último entre 22 participantes. Durante las primeras dos series (son 5 de 30 tiros), el paraguayo se desempeñó muy bien, registrando 48 platos quebrados de 60 posibles.
En ese instante, Paulo se encontraba a 6 aciertos del líder y su decimoquinta posición era interesante. Pero un error cuesta caro y, en este caso, un error arbitral.
En el inicio de la tercera ronda, Paulo concluyó sus dos primeros tiros de manera eficiente. El tablero indicaba que solo uno de ellos fue certero y por ende el paraguayo protestó la decisión ante al juez. Reichardt estaba en lo cierto, pero costó cerca de un minuto convencer a los jueces rever su decisión inicial. Paulo se puso nervioso y se notaba a la distancia con sus reacciones luego de cada tiro.
La precisión no fue la misma y la tranquilidad mental tampoco. Cerró la tercera y cuarta ronda con 36 aciertos de 60, lo que marca a las claras la diferencia con respecto a los dos primeros turnos.
En la quinta ronda levantó el ánimo y quebró 22 platos, lo que no fue suficiente para salir de la última plaza en la que ya estaba posicionado. El objetivo era quedar entre los 15 primeros y no pudo ser.