Paulo Reichardt finalizó su participación en el tiro olímpico (doble fosa) en los Juegos Olímpicos de Rio. El ex Ministro de Deportes -el más veterano de la competencia- finalizó en la última colocación entre 22 participantes. Durante las primeras dos series (son 5 series de 30 tiros), el paraguayo se desempeñó muy bien, registrando 48 platos quebrados de 60 posibles.

En ese instante, Paulo se encontraba a 6 aciertos del líder y su decimoquinta posición era interesante. Pero un error cuesta caro y, en este caso, un error arbitral. En el inicio de la tercera ronda, Paulo concluyó sus dos primeros tiros de manera eficiente. El tablero indicaba que solo uno de ellos fue certero y por ende el paraguayo protestó la decisión ante al juez. Reichardt estaba en lo cierto pero costó cerca de un minuto convencer a los jueces rever su decisión inicial. Finalmente, la razón estuvo del lado del atleta, aunque este se haya desconcentrado de forma tal a iniciar una racha de 4 tiros fallidos.

Paulo se puso nervioso y se notaba a la distancia con sus reacciones luego de cada tiro. La precisión no fue la misma y la tranquilidad mental tampoco. Cerro la tercera y cuarta ronda con 36 aciertos de 60, lo que marca a las claras la diferencia con respecto a los dos primeros turnos.

En la quinta ronda levantó el ánimo y quebró 22 platos, lo que no fue suficiente para salir de la última posición en la que ya estaba posicionado. El objetivo era quedar entre los 15 primeros y no pudo ser. Reichardt entrenó los dos últimos meses en Brasil, y de aquí a 60 días, tendrá disponible en la sede del COP un campo de tiro para poder entrenar sistemáticamente.