El estudio sobrecostos empresariales que generan la violencia contra la mujer en Paraguay, realizado en el 2015 por el programa ComVoMujer de la GIZ, denota que influye directamente en el rendimiento laboral, porque reduce la productividad por la falta de concentración en el trabajo.

La investigación fue realizada por el equipo técnico de la consultora E+E Economía y Estadísticas para el Desarrollo, con una muestra de 7.457 testimonios, de los cuales 3.491 fueron mujeres y 3.966 pertenecían al sexo masculino, de más de 25 empresas de los tres sectores económicos localizadas en los departamentos de mayor concentración laboral, de los cuales el 54% del personal indicó que los maltratos a sus compañeras afectó en la productividad.

Es que así que los perjuicios que una empresa van desde el rendimiento, fenómeno conocido como la ausencia de presentismo, según la coordinadora del área de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), Vivian Caje.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

"La violencia contra las mujeres no solo son golpes físicos, también los maltratos verbales como económicos alteran directamente el rendimiento de las mujeres trabajadoras, ya que en vez de estar concentradas en las tareas laborales, pasan gran parte del tiempo pensando en cómo soportar situaciones a las que son sometidas en los hogares", expresó.

La presidenta de la Asociación Paraguaya de Empresarias, Ejecutivas y Profesionales (APEP), Ana María Ortiz, señaló que el ausentismo es otro de los factores que acarrea la violencia hacia las mujeres trabajadoras.

"El ausentismo no solo refiere el no asistir físicamente al puesto de trabajo, se da incluso cuando la mujer es constantemente sondeada por el esposo, es controlada con llamadas telefónicas, en horarios de salida y llegada, en la vestimenta y todo esto hace que el porcentaje de ausencia sea bastante alto", agregó.

Déjanos tus comentarios en Voiz