Penas que van de 4 a 30 años para los 11 labriegos acusados. La defensa cuestiona el fallo y afirma que la sentencia se dio sin pruebas contundentes.
Por Carolina Vanni y Aldo Insfrán
Tomando las testificales –en su mayoría de los policías– y sin pruebas contundentes según la defensa, el Tribunal de Sentencia –conformado por los jueces Ramón Trinidad Zelaya, Samuel Silvero y Benito González– encontró culpables por unanimidad a los 11 campesinos procesados.
Las fuertes condenas otorgadas a los labriegos van de 4 a 30 años prisión y fueron aplicadas a todos por los hechos punibles de asociación criminal e invasión de inmueble ajeno. En el caso de Rubén Villalba y Luis Olmedo, también fueron condenados por homicidio doloso agravado consumado y tentativa acabada de homicidio doloso acabada en calidad de coactor.
La primera calificación es con relación a la muerte del subcomisario Erven Lovera, ya que la Fiscalía aseguró que él disparó una de las tres balas que cegó la vida del policía. La segunda es por la muerte de los demás uniformados y los 11 campesinos, porque la Fiscalía sostuvo que Villalba es responsable de ello.
Ni bien comenzó la lectura de la parte resolutiva de la sentencia y tras darse a conocer la culpabilidad de los procesados, el público –en su mayoría familiares de los campesinos, representantes de las organizaciones sociales, eclesiales e incluso políticos– se iniciaron gritos, cantatas y aplausos que siguió hasta el final.
El Tribunal declaró cuarto intermedio y al regresar la actuaria continuó la lectura de la sentencia a fin de que todos queden notificados. Intentando frenar el juicio, el defensor Amelio Sisco recusó al fuero, pero la lectura de la sentencia siguió hasta finalizar con las condenas de cada uno de los procesados.
Rubén Villalba fue condenado a 30 años de prisión, más cinco años como medidas de seguridad, mientras que Luis Olmedo fue sentenciado a 20 años de cárcel. Los procesados Arnaldo Quintana y Néstor Castro Benítez fueron penados con 18 años de penitenciaría. Las mujeres Lucía Agüero, María Fany Olmedo y Dolores López Peralta fueron castigadas con 6 años de presidio, condenadas también por homicidio doloso en grado de tentativa como cómplices.
Si bien el fallo dispuso la pena privativa de libertad por 4 años para los acusados Juan Carlos Tillería, Felipe Benítez Balmori, Alcides Ramón Ramírez y Adalberto Castro, éstos quedaron libres considerando que tienen compurgada la pena.
Momentos antes de darse a conocer la sentencia, el presidente del Tribunal, Ramón Trinidad Zelaya, anunció que por fin se sabrá qué pasó en Curuguaty. En ese sentido, sostuvo que no fueron influenciados por sector alguno, aunque criticó la "desinformación" que se creó por sectores que nada tienen que ver con el juicio, ya que el único órgano encargado de juzgar es el Poder Judicial.
"Jamás hemos recibido orientaciones ni opiniones de ninguna autoridad política, religiosa ni miembros del Poder Judicial, ni de nuestros colegas ni de camaristas ni ministros de la Corte Suprema de Justicia", manifestó.
Agregó que la sentencia se dio "basados en las pruebas, solamente en las pruebas que se mostraron en el marco del juicio". Sostuvo que los hechos punibles eran todos de acción penal pública y, por lo tanto, el Ministerio Público es el titular de la acción penal pública.