El agente fiscal de la Unidad Regional de Villarica, Carlos Alvarenga, ordenó la imputación de los sacerdotes Francisco Javier Bareiro y Gustavo Ovelar, miembros de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada de Villarrica, sindicados por los supuestos hechos de acoso sexual, coacción sexual y coacción sexual en grado de tentativa.

La denuncia presentada por la Congregación de Oblatos de María Auxiliadora, expresaba que los hechos se dieron cuando algunos jóvenes se quedaban en la casa donde vivían los sacerdotes, llevados con la excusa de preparar las misas. Luego de conocer la situación, entre los años 2012 y 2013, la congregación separó de sus cargos a los curas.

En conversación con la Radio Panambi Vera de Villarrica, el fiscal manifestó que "son dos historias con relación a cuatro víctimas, cada víctima tuvo episodios diferentes. Los hechos y las imputaciones que se les sindican a los mismos son diferentes".

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Asimismo, afirmó que la fiscalía cuenta con sospechas bastante razonables con relación a la existencia de los hechos y en segundo lugar, la probable participación de los imputados con relación a los hechos de referencia.

"En este caso el ministerio público ha colectado una cantidad importante de elementos de convicción, que hacen tener una sospecha bastante razonable de que los mismos serían responsables de los hechos por los cuales se ha presentado la imputación", afirmó Alvarenga.

A partir de acá el tiempo que dispone el juzgado es de seis meses, a los efectos de proseguir con la investigación. "Dentro de este lapso, podríamos colectar mayores elementos a fin de poder tener la certeza o no para una eventual acusación", dijo el fiscal.

La coacción sexual es un hecho tipificado en el Art. 128, la coacción sexual en grado de tentativa también el Art. 128, en concordancia con los Art. 26 y 27 del Código Penal, cuya tentativa de pena va un poco más de 10 años de privación de libertad.

"Estamos hablando de una hipótesis, como se dice, si llega a confirmarse, ese es el marco penal (10 años), pero reitero, en este momento estamos en la etapa de la imputación en donde tenemos sospechas razonables con relación a la existencia del hecho y la participación de los referidos sacerdotes", recalcó el fiscal Alvarenga.

A razón de los elementos, tales como las declaraciones testificales brindadas por las cinco víctimas, la evaluación socio ambiental, psicológica que se ha hecho a las víctimas, procedieron a concretar las imputaciones, el fiscal afirmó que "estas pruebas nos dan una suficiente para saber que los mismos están en sus cabales, son coherentes en sus afirmaciones y cuando se trata de hechos punibles de la naturalez mencionada, tiene mucho valor la declaración de las víctimas vivientes. Obviamente esto debe ser confirmado finalmente con otros elementos que se irán incorporando al proceso".

Medidas restrictivas

Por el momento, la fiscalía solo ha solicitado la notificación del acta de imputación a los sacerdotes, pero aseguran que las investigaciones previas a la imputación están bastante avanzadas.

"Hemos tenido elementos de convicción importantes, por de pronto, el ministerio no ha pedido medidas cautelares", expresó el fiscal.

La falta de medidas cautelares, podría suponerse sea porque los sacerdotes - hasta el momento- han cumplido con sus llamados a declaraciones indagatorias, "los hemos llamado en dos oportunidades a prestar declaración indagatoria, ellos se han presentado lo que implica que no han rehusado presentarse cuando el ministerio solicita su presencia", añadió finalmente.

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