Omar Jara. Agencia Regional.

Escenas de profundo dolor, incredulidad e impotencia se mezclaron ayer con el sentimiento generalizado de indignación y pedido de justicia expresados en el sepelio de la pequeña víctima, Viviana Romina Paredes Zanotti, asesinada el sábado en un oscuro operativo realizado por efectivos de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).

Desgarrado por el dolor, Antonio no puede sostenerse en pie.

Familiares, amigos, vecinos e incluso desconocidos que se sintieron afectados por el indescriptible dolor que alcanza a toda la sociedad paraguaya, participaron ayer del último adiós de la niña que, en un cajoncito blanco, fue trasladada hasta su última morada.

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Toda la sociedad paraguaya, indignada, se refleja en estos carteles.

Jóvenes con carteles en los que se leían leyendas como "Basta de muertes a inocentes" o "Castigo para los culpables" también se hicieron presentes en el velatorio, antes de partir rumbo al cementerio.

El cortejo fúnebre parte rumbo al cementerio.

CASTIGO EJEMPLAR

Antonio Paredes Aquino, padre de la niña.

El padre de la niña de apenas 3 años que perdió la vida luego de ser baleada en la cabeza por agentes de la Senad, el sábado pasado en Nueva Italia, es un efectivo de la Policía Nacional. Ayer, poco antes del sepelio que se realizó en el cementerio de Caaguy Cupé (Primavera), zona ubicada en el límite entre San José de los Arroyos e Itacurubí de la Cordillera, donde tiene su vivienda la familia Paredes-Zanotti, el suboficial Antonio Paredes Aquino, quien presta servicios en la comisaría de Guarambaré (Central), exteriorizó su inmenso dolor por la pérdida de su hija, ocurrida a consecuencia de un disparo en la cabeza que se produjo, por ironía del destino, en la víspera del Día del Padre.

"Es un dolor muy grande el que siento. Se imaginan perder a una hija a tan corta edad, la princesita que alegraba nuestra vida, nuestro hogar", se lamentó el joven

uniformado. Antonio Paredes y su esposa Ana Romina Zanotti pidieron castigo ejemplar por parte de la Justicia, para quienes arrebataron la vida de su pequeña.

Pedro Paredes Aquino, el tío.

Pedro Paredes Aquino, tío de la niña, sostuvo que "es inconcebible que esto tenga que pasar en nuestro país, que en medio de una feroz balacera, ante una grave equivocación cometida por personal de la Senad, tenga que morir una niña, y esa niña era la hija de mi hermano, que para mí era también como mi hija", dijo. El tío clamó "por el esclarecimiento total de este hecho atroz y criminal, que no solo enluta a familiares y amigos, sino también a todo un país", expresó.

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