- La Fundación Dequení celebró su tradicional gala benéfica, el viernes en el BCP.
Se solía ver a Berta Rojas compartiendo escenarios con prestigiosas orquestas en Europa, y el viernes pasado, muchos se dieron cuenta que la guitarrista nunca había tocado en Paraguay con una orquesta paraguaya. El honor fue para la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), que además tuvo la conducción del destacado músico, director y productor Gustavo "Popi" Spatocco, dos veces ganador del Grammy Latino, por trabajos con Mercedes Sosa, y último colaborador de Rojas para su disco nominado, "Historia del Tango".
Naturalmente, la deuda se convirtió en una velada exquisita, histórica e imperdible, que tuvo como marco la tradicional gala benéfica de "La noche del pan y el vino" de la Fundación Dequení, que colmó el gran auditorio del Banco Central del Paraguay, en el recital denominado "Un puente entre dos cielos".
Bien lo señaló Spatocco: "La música se ríe de las fronteras, se ríe de las guerras, la música siempre sirve para cruzar puentes", tras abrir la OSN con "Juana Azurduy", y antes de presentar al bandeonista Nico Enrich, como solista invitado, para sonar "La trampera".
Gracias a la vida
"Mba'eichapa?", saludó Berta Rojas, al ingresar, y varias voces le expresaron su afecto, en guaraní, a punto de tocar "Por una cabeza". "En una noche como esta se sienten muchas ganas de decir muchas cosas, pero que baste decir una que sintetiza para mí todo este tiempo y este momento, y que es: gracias… por las estrellas, por el sol, por los colores, por las aves, por las flores. Gracias por la posibilidad de dar y recibir amor. Y gracias por tener esta vida, para disfrutar todo eso", expresó la guitarrista, emocionando íntimamente.
Si Berta fascinaba por su talento interpretativo; ahora llega a las fibras profundas del alma, porque se "siente" que pulsa la guitarra con toda su esencia vital y celebratoria.
En los dos movimientos de "Historia del tango" de Astor Piazzolla, "Café 1930" y "Nightclub 1960", la guitarra pura y protagonista, con esa mágica y prolija sintonía con la OSN, sellaron uno de los pasajes más sublimes y exquisitos de la velada. Cerró la primera parte con un homenaje a Mariano Mores (recientemente fallecido), con "Taquito militar".
Las sorpresas
Al recordar la grabación del disco de tango, en los Estudios ION de Buenos Aires, la guitarrista mencionó: "Sentíamos duendes que nos iban acompañando", en alusión a la leyenda de que alguna vez hubo una mística en el antiguo piano del emblemático estudio, que había tocado Óscar Cardozo Ocampo (1942-2001); y donde concurrieron otros grandes mitos de la música, como Mercedes Sosa o Astor Piazzolla.
A continuación, a "Popi" le tocó venir al lado paraguayo: dirigiendo a la OSN con una "Suite Paraguay", preciosamente arreglada por Mauricio "Pinchi" Cardozo Ocampo, que impulsó a una eufórica ovación.
Seguido, Spatocco se lució como arreglista de "Renacer" (Óscar Cardozo Ocampo) y "La jornada" (Juan Manuel Acevedo), irradiando la guitarra de Berta un bello matiz sonoro con los 70 integrantes de la orquesta. Pinchi propuso un ecléctico arreglo, que unió a Mangoré con Piazzolla en "Preludio en do menor".
De Mangoré, entre "La catedral" y "Danza paraguaya", se disfrutó del añadido y sentido tributo a Demetrio Ortiz en su centenario, con el violín de Andrea González; y otra sorpresa final, una versión memorable de "La balada del indio" de Ismael Ledesma. El bis con "Taquito militar" coronó un concierto, un instante, una eternidad, extraordinarios.