Santiago Zavattiero - @Santiagasu
Enumerar la cantidad de problemas en Paraguay tomaría mucho tiempo, pero si lo hiciéramos, la educación sería indudablemente uno de los primeros en la lista.
Paraguay no solamente tiene una mala educación sino que también un bajo acceso, habiendo dos problemas dentro de uno.
Empecemos por el comienzo, según el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) la educación nacional es una de las peores del mundo, exactamente en el puesto 115 de 140 países, y ha ido empeorando en los últimos años.
Además, un informe de la Unesco revela que el nivel de enseñanza primaria en el país está por debajo del promedio de la región, es decir, "aplazada".
Por su parte, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que tiene como uno de los pilares la formación tampoco beneficia a Paraguay, ubicadolo en el puesto 110 entre 160 países.
Al mismo tiempo, el costo de la educación se va encareciendo, desde el 2010 hasta la actualidad aumentó un 40% según cifras del Banco Central del Paraguay.
Formación manchada por la corrupción
En la semana se dio a conocer un informe de la Contraloría General de la República que señalaba que el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), a cargo de Marta Lafuente, había pagado salarios a docentes que aún no trabajaban durante el 2015, esto sin olvidar el escándalo por las licitación conocida bajo el nombre "cocido y agua de oro".
Del otro lado, muchas gobernaciones siguen sin informar el destino de los millonarios recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) que se les otorgó, mientras varias aulas se desploman sobre el estudiantado.
En lo que respecta a la educación universitaria, la Universidad Nacional de Asunción (UNA) sigue manchada de corrupción cuando nos acercamos a un año de la marcha #UNANOTECALLES. Es importante resaltar que para este año también se recortó el presupuesto de 11 de las 12 facultades de la UNA, solo Química se salvó del tijeretazo.
Por debajo de los estándares
El Doctor Benjamín Fernández Bogado explicó a La Nación Web que "el rezago paraguayo en materia educativa es histórico y se ha ido acumulando". Indicó que al principio la manera más simplista de analizar el tema era que las dictaduras no querían un pueblo educado y coincidentemente invertian poco en ella. Solo como dato, Alfredo Stroessner invirtió el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación durante 35 años.
Agregó que la democracia en cierta medida mejoró los estándares triplicando este porcentaje, ya que ahora estamos en un 3% del PIB desde hace unos 26 años. Pero en la región la media es del 6% y Bolivia llega al 8%, siendo el país que más invierte ahora que tenía un rezago similar al nuestro, mientras que la Unesco habla de un 7% como un valor mínimo.
Entonces, aseguró que hay una pobre inversión económica en la educación desde tiempos históricos que la democracia no ha podido revertir. "Y hay cosas curiosas, ya que Stroessner con el 1% del PIB, la dictadura que tenía poca gente en escuelas, colegios y universidades produjo mejores resultados que la democracia que amplió el ingreso de estudiantes en estos años, pero no preparó al docente y esta es la pena capital del fracaso de la reforma educativa que costo miles de millones dólares al Paraguay", sentenció.