Por Jimmi Peralta

"Epopeya II, un libro que contiene narraciones e ilustraciones de paraguayos y bolivianos sobre historias en torno a la Guerra del Chaco (1932-1935), une a artistas de ambos países para mostrar algunos textos de ficción y de hechos reales heredados en una tradición binacional que permea sus anécdotas y leyendas en la memoria histórica de los pueblos, después de más de 80 de una contienda que dejó huellas imborrables.

Javier Viveros, impulsor del proyecto habla con La Nación sobre la experiencia que ahora llega en su edición número dos.

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¿Cómo definirías el género de Epopeya?

–La obra está encuadrada dentro de la denominada historieta bélica.

¿Podrías explicar la propuesta de que esa narración sea "Binacional"? ¿Hay una necesidad de ser consciente del otro relato?

–Fueron dos los países que participaron de esa guerra directamente, los soldados de ambos bandos tienen sus historias, y los familiares y amigos de esos soldados. Quisimos oír las historias de los dos lados, las dos campanas, se diría.

¿Cómo se dio el proceso de producción de este trabajo?

–Contacté con los artistas bolivianos a través de Facebook, los busqué en las comunidades bolivianas de cómic, vi sus trabajos y

les escribí y definí con cada uno la parte comercial. Les conté del proyecto y algunos se sumaron. Luego fue pasarles los delineamientos básicos (tamaño de hoja, tipo de letra, etc.) y enviarles el guión a los dibujantes. A veces un boliviano dibujaba un guión paraguayo, a veces tocó a un paraguayo dibujar un guión boliviano. Por ejemplo, el episodio titulado "Donde mis pies se detuvieron" fue escrito por el boliviano Rigel Jáuregui, fue dibujado por el paraguayo Mauro Bordón y fue coloreado por la boliviana Rafaela Rada Herrera. Se dieron estas combinaciones artísticas, es un libro verdaderamente binacional.

Quien terminaba su trabajo lo enviaba por mail, se revisaba y almacenaba para la hora en que se tuviera que diseñar el libro.

¿Cuáles fueron los aprendizajes que se obtuvieron de la primera edición?

–Para la primera edición trabajamos con cuatro de los grandes dibujantes del país y yo escribí todos los guiones, fueron 20 episodios.

Primeramente pensé que iba a ser mucho mejor el libro si había otros guionistas, eso daría a la página acceso a otras voces, otros ámbitos. Luego me dije que también sería mejor si participan otros dibujantes, principalmente los de la nueva generación, que tienen talento y están produciendo de continuo. Y finalmente llegué a la conclusión de que había que invitar a artistas de los dos países.

Gracias a eso salió una obra colorida, rica, con diversidad de estilos y de miradas.

¿Qué diferencias viste entre esta edición, y la anterior, en cuanto a las historias?

–Esta edición tiene 22 episodios, 2 más el volumen anterior. Hay, como siempre, temas estrictamente históricos, anécdotas narradas por excombatientes y ficción localizada en el contexto de la guerra. Esta edición tiene una dosis mayor ficción histórica que el volumen precedente.

¿Es lo épico un tema best seller en Paraguay?

La historia bélica lo es. Creo que la literatura no corre la misma suerte.

¿Alguna de las historias que te llamó la atención?

–Destaco el trabajo de los historietistas bolivianos Jorge Siles (en guión) y Óscar Zalles (en dibujo), quienes presentaron dos episodios que son espléndidos. Juntos forman un magnífico tándem artístico. Sus dos episodios son: El amuleto e Infierno verde.

¿Alguna anécdota que se dio en este proceso de concretar Epopeya II?

–El apagón de la Ande dañó la computadora de uno de los dibujantes, y hubo que volver a colorear unas páginas.

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