Por Christian Pérez
Con personalidad y mucho corazón, Sol de América se deshizo en su Villa de un complicado Libertad, vuelve a festejar luego de tres fechas y retoma la privilegiada posición de líder solitario. El partido tuvo de todo: intensidad, mucho roce, goles y dos penales malogrados.
Aparentemente el equipo de Daniel Garnero aprendió que jugar lindo en lo estético no es tan importante como ser efectivo. Al unicolor no le sobró nada en lo futbolístico, pero golpeó en momentos claves y hasta tuvo la suerte a su favor.
En un análisis global, Libertad, que tuvo a Roberto Torres por primera vez en el banco, fue superior en la primera etapa, pero le faltó siempre el empuje final. Bareiro encontró el punto débil por el costado de Recalde. El Gumarelo avisó con un remate de Zeballos y otro de Vergara.
Por el contrario, Sol no necesitó alarmar a la zaga albinegra. A los 14', Villagra le ganó a Muñoz en su área chica y en la boca del arco, Rober Servín adelantó al cuadro local.
De contragolpe, el Danzarín generó otra gran chance: Duré escapa por izquierda, Moreira llega tarde y le comete un claro penal. De la ejecución se encargó el "Loco" Pérez, quien se encontró un conocido suyo (fueron compañeros en Libertad) Rodrigo Muñoz y el uruguayo se encargó de evitar el segundo.
"Tiburón" quiso darle mejor manejo y más claridad a las ideas y mandó a la cancha a Mendieta. Por momentos funcionó. Apenas al inicio de la complementaria, el Gumarelo se mostró arrollador y con justicia puso paridad en el marcador. Bareiro asistió de gran manera y Pablo Zeballos, como le gusta, colocando a un costado, firmó el 1-1.
La complementaria fue intensa. Sin centímetros regalados y jugado al cuerpo a cuerpo permanente. Parecía que Libertad estaba más cerca, pero a los 73', César Villagra sacó de la nada un zurdazo terrible para poner el 2-1 a favor del puntero.
Cuatro minutos después, el equipo de Torres tuvo un penal a favor, pero el arco "maldito" volvió a negar un gol de penal. "PZ" remató mal y afuera.
Sol recupera fortaleza, la punta no se comparte y el campeonato está cada vez más apasionante.