Se estaba llegando al horario de cierre del periodo de inscripción de candidaturas para la asamblea del próximo 25 de abril, en la que se elegirá al nuevo presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), cuando un tercer candidato sorprendió a todos.
Alrededor del mediodía Robert Harrison y Federico Acosta se acercaron hasta la APF, acompañados ambos de numerosos dirigentes, para presentar sus respectivas candidaturas ante el Tribunal Electoral Independiente (TEI).
En el transcurso de la tarde, en las oficinas de la Asociación simplemente se estaba aguardando la hora marcada para el cumplimiento del plazo de inscripción, cuando la llegada de un tercer candidato, dispuesto a inscribir su lista ante el TEI, sorprendió a todos.
Era Fernando Chávez, que desde el año 2012 preside el club Cerro Corá (milita en la Primera B), institución que tiene una dilatada historia de reclamos y embargos con la Asociación, sobre todo bajo la presidencia de Carlos Pérez Garay.
"Parece que sorprendimos a todos", admite sonriendo el ahora presidenciable, en contacto con La Nación Digital. "Pero es una manera de demostrar que no estamos con ninguno de los candidatos, entramos solos y vamos a seguir solos. El club 1º de Marzo (Primera C) nos avala en esta cruzada", agrega.
Al justificar su candidatura, el dirigente de 35 años (el más joven de los tres candidatos) explica que es para "concientizar a los otros candidatos que se tienen que preocupar por los clubes más humildes, darles más beneficios siempre y que no solo aparezcan durante la campaña política, para después olvidarse de ellos de vuelta".
"Yo estoy consciente de que no puedo entrar a jugar el partido", admite luego, en relación a sus posibilidades de ganar. "Esto es una cuestión de protesta, que el candidato de un club de la B da de que hablar. Lo mismo pasa con 1º de Marzo, que es de la C. Su presidente se sintió perseguido. Es más bien para tratar de llamar la atención", agrega.
La batalla
La institución de Campo Grande, primero bajo la presidencia de Pérez Garay y ahora bajo la de Chávez, no tiene eco dentro de la Asociación Paraguaya de Fútbol. Sus reclamos, por deudas y embargos, nunca fueron atendidos ni resueltos por los presidentes que pasaron.
"Nuestro club fue rematado y no hubo cobertura de la Asociación ante esa situación. Tenemos una demanda de hace más de diez años de parte de José Medina Sagalés, con un juicio que es una aberración y no demuestran ningún interés", denuncia el presidente.
En otro momento, recuerda también el caso de Javier "Metalero" González, que bajo la presidencia de Pérez Garay acabó con un embargo de 800.000 dólares con la APF. "No estábamos de acuerdo con la anterior administración, pero tuvimos la predisposición para resolver esto y la APF nos dio la espalda", explica.
"Nunca la APF se interiorizó para ayudarnos", reitera, para luego recordar la historia del club de 91 años: "Cerro Corrá es un club demasiado grande, ganó la Copa República (1993), jugó la Copa Conmebol donde le ganó a Peñarol (3-1 en la ida de cuartos de final), tuvo glorias y momentos. Jugadores como Antony Silva y Derlis González se formaron en el club".
No lo mueve ni el FBI
Hoy, Cerro Corá milita en la Primera División B, cuya temporada 2016 arranca el 16 de abril. Como en octubre del año pasado el club fue rematado por un valor de G. 3.220 millones (a decir del presidente su valor es de 7 millones de dólares), la pregunta obligada es ¿dónde jugarán cuando tengan que oficiar de local?
"A nosotros no nos van a sacar de ahí ni aunque venga el FBI", responde Chávez, para luego recordar que el remate es producto de la demanda impuesta por Medina Sagalés. "Él le demanda al club (por pagarés impagos), pero el mismo firma el pagaré y ahora aparece como el más impoluto", manifiesta en relación a que aquel dirigente es hoy el mayor crítico de la APF.
El pedido de Harrison y Acosta
Al preguntársele si tiene alguna esperanza de que el próximo presidente de la APF, ya sea Robert Harrison o Federico Acosta, vaya a oír y ayudar finalmente a su club, Fernando Chavez recuerda que "cualquiera que gane, va a seguir con una estructura", en relación a que sólo se elige al presidente, no así a los miembros del Comité Ejecutivo.
"Ojalá (el próximo presidente) pueda hacer un lavado de cara, porque con la misma gente del Comité Ejecutivo va a seguir la misma situación y esa es la gente que demuestra desinterés por nuestros reclamos", agrega quien el 25 de abril estará en medio de Harrison y Acosta, perdiendo la asamblea, pero ganando un espacio dentro de una institución que los tiene en el olvido.