Un sumario abierto contra la firma Comtecpar por la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) puso en evidencia una maniobra que intentó hacer Carlos León Ocampo para introducir al país proyectiles y otros productos militares sin haber estado habilitado por el país vendedor, en este caso Estados Unidos, además de buscar igualmente, de esta manera, "engañar" a las autoridades de control sobre el procedimiento de la importación.

Comtecpar SA, que venía de años de bonanza con multimillonarias adjudicaciones a su favor para la provisión de todo tipo de equipamiento militar a instituciones del Estado –en el periodo 2010 a 2013 ganó contratos por G. 37.283 millones– logró otra licitación estatal el 28 de mayo del 2014, para entregar a la Policía Nacional proyectiles de diferentes calibres, conos de señalización y balines de goma. Este proceso, realizado por vía de la excepción –es decir, sin un concurso con los rigores de una licitación normal– tenía un monto a desembolsar a favor de la firma, de G. 3.707 millones.

Sin embargo, Comtecpar SA, a esas alturas, ya no contaba con el permiso otorgado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, para seguir siendo importador de armas para uso militar o policial de procedencia norteamericana. Según lo que dice en su defensa Comtecpar SA, en el sumario, esta negativa del gobierno norteamericano obedeció a que la empresa no pudo completar uno de los formularios exigidos para importar armas.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Para poder cumplir con el compromiso asumido, León Ocampo, principal directivo de la empresa, contactó con los representantes de la firma Helitáctica SA (de Luigi Picollo), que sí contaría con la habilitación del gobierno estadounidense. Para que Helitáctica SA aparezca como la "importadora" ante los Estados Unidos, Comtecpar SA firmó con esta empresa un contrato privado de "cesión de bienes", de modo tal a finiquitar la importación de los materiales bélicos. Sin embargo, había un detalle que no previeron; Helitáctica SA no figura como importadora en la Dirección Nacional de Materiales Bélicos (Dimabel), un requisito infranqueable para poder introducir cualquier tipo de arma al país.

Helitáctica SA hizo el pedido ante la Dimabel para ser registrado como importador de armas, pero no tenía ninguna licitación ganada para introducir el tipo de armamentos que figura en su lista realizada ante esta institución militar. De allí que la denuncia ante Contrataciones Públicas vino de la propia Dimabel, lo que motivó la investigación de esta institución de control que decidió, primero declarar nulo el proceso licitatorio –por considerar que se intentó de alguna manera adulterar el proceso con la figura de un contrato privado– y posteriormente inhabilitar a Comtecpar SA a seguir siendo proveedora del Estado. La inhabilitación contra esta empresa salió el 4 de marzo último y apenas cinco días después, el 9 del mismo mes, estalla el escándalo con la incautación del arsenal de guerra en la vivienda del barrio Villa Aurelia, que derivó en la imputación de León Ocampo y otras dos personas.

La ruta del tráfico y el negocio de las armas

Paraguay aparece en varios estudios de instituciones y organizaciones, tanto privadas como públicas del extranjero, como una de las principales rutas del tráfico de armas ilegales en la región. El Instituto de Desenvolvimiento Económico de Frontera (IDESF), organización brasileña que hace años trabaja estudiando el comportamiento del comercio en frontera, menciona en un informe del 2015 que Paraguay es el principal corredor de todo el contrabando de armas de guerra que ingresan a Brasil y que tiene como origen Bolivia. Estas armas, en su mayoría, terminan en manos de grupos narcos de diversas ciudades brasileñas.

La conexión Bolivia-Brasil a través de Paraguay es una de las grandes rutas del tráfico de armas desde hace años. En dos grandes operativos realizados por la policía Brasileña –en el 2008 y el 2014– en los que desbarataron bandas criminales dedicadas al tráfico de armas y drogas, descubrieron en poder de los grupos narcos armas de guerra con la inscripción del gobierno boliviano. Las investigaciones posteriores confirmaron que todas ingresaron a Brasil a través de Paraguay.

Un informe de la Interpol, de junio del 2014, señala que el tráfico de armas es un punto clave en Paraguay. El documento menciona que las principales razones obedecen a la permeabilidad de la frontera con Brasil y Bolivia, la falta de un registro nacional de armas y la urgente necesidad de fortalecer a las instituciones encargadas de trabajar en el control, tanto de las armas militares como las de uso civil.

Déjanos tus comentarios en Voiz