El economista Diego Duarte Schussmuller en su artículo Situación y Perspectivas del Sistema Financiero destacó que es imperativo que las instituciones del Estado encargadas de velar por la estabilidad del sector financiero acentúen los controles y perfeccionando sobre aquellos sectores "donde la regulación aún es débil o simplemente no ha llegado".
Esto como análisis sobre el panorama del sistema para este año, para lo que sugirió continúen trabajando en el fortalecimiento de las buenas prácticas de gestión, de acceso y consolidación de la información y de transparencia.
Duarte Schussmuller en el artículo publicado por el Cadep, dice que en el "cierre de 2015 el sistema financiero tradicional, compuesto por bancos y financieras, ha mostrado una performance razonable a pesar de haber enfrentado cambios significativos en los mercados, del marco jurídico y del tipo de cambio".
Duarte resalta que "el análisis general permitió observar características similares en un importante número de entidades. Y esto tiene que ver, básicamente, con el deterioro de la calidad de la cartera de créditos, donde el aumento de la morosidad, las previsiones, la adjudicación de bienes en garantía y los préstamos refinanciados, reestructurados y renovados fueron los comunes denominadores en la mayoría de las entidades, a raíz de las dificultades que atravesaron los sectores agropecuario, de microcréditos y de consumo, a los que el sistema financiero apostó con fuerza en los últimos años".
El experto agrega que "en 2015 el volumen de depósitos se incrementó levemente, contexto en el que los depósitos a plazos (CDAs) continuaron ganando terreno. Esto último no solo fue un indicativo de la confianza de diferentes agentes económicos en la salud del sistema financiero, sino también otorga al sistema financiero previsibilidad y oportunidades para continuar expandiendo las colocaciones".
Estabilidad
El analista agrega que "la estabilidad macroeconómica del país contribuyó a la del sistema financiero, y ambos comportamientos se reforzaron recíprocamente. Ayudó, inclusive, al buen desempeño del mercado de valores, donde situaciones negativas puntuales no tuvieron, finalmente, incidencia en la confianza de los inversionistas".
Sin embargo Duarte advierte que "aquellos bancos y financieras que operan en el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) se han visto afectadas, por los factores antes mencionados, en mayor grado que las entidades financieras de más grandes y con diferentes enfoques de negocios".
El articulista considera que este comportamiento de las Mipymes "tiene su explicación en la sensibilidad de este sector a los cambios en la economía o segmentos específicos de negocios, lo que afecta directamente la capacidad de pago del cuentapropista, con mayor impacto cuando los niveles de endeudamiento son elevados como es el caso de muchos deudores en la actualidad".
El analista concluye diciendo que "si bien el sistema financiero tradicional goza de buena salud en líneas generales, no es menos cierto que los factores de riesgo han venido ampliándose.