Por Martín Villagra

Cerro Porteño estaba obligado a sumar todos los puntos. Sacó un triunfo, que terminó siendo apretado.Tras un lapso inicial infructuoso, se había desatado la fiesta en dos minutos. Los sucesivos goles de Jonathan Santana y Luis Leal a poco de iniciarse el segundo tiempo tranquilizaron el ambiente. La primera victoria del Ciclón en la presente Copa Libertadores de América frente a un débil Cobresal, le permite comandar la tabla, pero con suspenso. Producto de sus propias distracciones, el andar del equipo no termina de convencer. Sigue instalado un manto de duda para lo que se viene en el futuro, con los dos siguientes juegos frente al Corinthians de Brasil.

Cerro comenzó con intensidad y como para llevarse por delante a un rival temeroso, pero que se acomodó en la cancha para enredar el trámite a sus intereses. Lentamente condujo al cuadro azulgrana a varias imprecisiones en medio de la ansiedad por la falta de puntería. Pese a la fogosidad de Jorge Rojas, algunos chispazos de Marcelo Estigarribia, faltó peso y conexiones en ofensiva entre la dupla Luis Leal-Guillermo Beltrán. El cero del primer tiempo generó murmullo en la muchachada cerrista. La alegría comenzó a ser fiesta en dos minutos. A los '49 Jonathan Santana arremetió en el área e inauguró la cuenta de un zapatazo. A los '51, Luis Leal desarmó la defensa chilena y culminó tras gran corrida con gol producto de un buen pase de cabeza de Guillermo Beltrán.

Lino Maldonado apretó y forzó un terrible error del zaguero azulgrana Bruno Valdez, quien quiso dar pase atrás a su arquero, pero el chileno cazó el balón y tras eludir a Antony Silva, puso el descuento que instaló el suspenso en el Defensores.

Cerro comenzó bien y fue enredándose. Pudo golear, casi lo empataron, pero ganó y cumplió con un primer requisito. Dejar todos los puntos de local en la Libertadores. El triunfo deja mucho para el análisis y quedó evidenciado que falta mucho por seguir trabajando.