Por Gabriela Teasdale Socia del Club de Ejecutivos del Paraguay
Hace unos días leí un mensaje que corría por las redes y que a mucha gente le causó gracia. El mensaje decía: "Mi meta para el 2016 es cumplir los objetivos del 2015 que debería haberlos cumplido en el 2014". Pena sentí al ver que muchos hasta se identificaban con el texto. Personalmente me sentiría desilusionada de mí misma al reconocer que ha pasado otro año y no he podido ser fiel a mis propósitos, boicoteándome fácilmente en la búsqueda de todo aquello que me propuse, más aún al enfrentar dificultades o ante sacrificios mayores de los que me imaginaba.
Uno de nuestros grandes retos es dejar de actuar en automático y comenzar a ser intencionales en nuestras acciones. Todo lo que pensamos, decimos y hacemos necesita volverse intencional y estar alineado a nuestro propósito, valores y metas.
Si no somos críticos con nosotros mismos, observando cómo estamos viviendo y qué resultados estamos logrando, difícilmente podremos corregir o señalar a otros. Las personas observan, nos ven, nos siguen, empezando por la familia, los hijos, los amigos. Muchas veces sin darnos cuenta nos convertimos en el espejo donde ellos se ven, de ahí la importancia de observarnos y autoevaluarnos constantemente. Mantener una vida disciplinada, con valores, objetivos claros y sobre todo coherente, no es una tarea fácil y requiere tiempo, sacrificio y esfuerzo diario. Como ha dicho McCarty: "Si quieres sentirte orgulloso de ti mismo, tienes que hacer cosas por las que puedas estar orgulloso. Los sentimientos siguen a las acciones". Qué lindo poder llevar esto a la conciencia y así lograr vivir una vida relevante.
A nivel país también debemos evaluarnos, de manera a celebrar lo positivo y enfocarnos en lo que todavía queda por hacer. Seguimos experimentando un crecimiento y avance interesante, todavía nos falta mucho para llegar a donde queremos estar, para ello nuevamente hablamos de la necesidad de invertir en las personas, en el crecimiento y desarrollo de las mismas. Es fundamental potenciar a la gente y trabajar un liderazgo basado en valores de modo a transformar individuos y sistemas, que hoy siguen anulando el avance hacia lo que se debe hacer, en el tiempo y la forma en la que se deben hacer.
Meses atrás desde la Fundación de Liderazgo de John Maxwell, realizamos una encuesta a nivel nacional, en donde pedíamos a la ciudadanía que eligieran los valores que creían eran necesarios potenciar en las personas y en el país. La gente habló claramente a través de los valores seleccionados, la gente fue capaz de reconocer que existen debilidades y desafíos en el interior de cada uno que debe ser trabajado para convertirnos en lo que queremos ser y para construir el país que queremos tener.
Que durante estos doce meses que tenemos por delante seamos capaces de trabajar en nosotros mismos, en adecuar y vivir los valores que nos llevarán a ser personas que inspiran con su ejemplo y su vida. Estamos convencidos que la transformación está en cada uno de nosotros, "Si yo me transformo, el país se transforma". Seamos también intencionales con los propósitos que seguiremos en este 2016. Trabajemos en lograr su efectividad. Será la forma en que nuestra sociedad, sumando las acciones individuales, podrá tener más y mejores estándares de bienestar y calidad de vida.