La Paz, Bolivia | AFP |

El general retirado Gary Prado Salmón, que capturó vivo en Bolivia al guerrillero Ernesto Che Guevara, en 1967, es enjuiciado en su lecho de enfermo por su probable participación en un supuesto complot separatista, hace seis años, a cargo de mercenarios europeos.

Prado, quien dirigió como capitán de Ejército una patrulla militar que detuvo al Che en la región de Ñancahuazú (sureste), tras un enfrentamiento, está postrado en una silla de ruedas desde 1981, cuando fue herido en la espalda por un disparo casual.

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La fiscalía de Santa Cruz (este) involucró en 2010 al exmilitar con el grupo del boliviano-croata Eduardo Rózsa-Flores, muerto a tiros un año antes, cuando supuestamente organizaba una guerra separatista, por encargo de la élite empresarial de esta rica región, opuesta al presidente izquierdista Evo Morales.

El gobierno incluso aseguró que Rózsa-Flores, abatido junto a sus compañeros Michael Dwyer (irlandés) y Arpad Magyarosi (rumano-húngaro), planificó el asesinato de Morales.

A raíz de un reciente malestar de Prado, un juez ordenó que el juicio -que avanza lentamente- se siga vía internet desde la casa del militar retirado. El acusado está postrado estos días en cama por ciertas dolencias, pese a que hasta ahora estuvo acudiendo a las audiencias en su silla de ruedas.

"Es el más incómodo (momento), digámoslo así, y el más humillante. Es un momento humillante para cualquier persona que lo sometan a esto (un proceso en su cama) sin motivo", afirmó Prado Salmón, citado por el diario El Deber de Santa Cruz.

El exgeneral, que negó varias veces cualquier vínculo con Rózsa-Flores, acusó al gobierno de Morales, admirador del Che y amigo de Cuba, de querer verlo en la cárcel por razones políticas.

"Soy la pieza más importante de la cacería", afirmó Prado, quien llegó a ser en la década del 90 dirigente del extinto Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (socialdemócrata).

Tiempo atrás aseveró que cuando fue involucrado en el proceso "hubo un orgasmo colectivo en la embajada de Cuba, porque pudieron acusar al que capturó al Che Guevara".

El proceso está dirigido contra una treintena de dirigentes civiles, la mayoría fugados del país.

En abril pasado, el húngaro Elod Toasó y el boliviano-croata Mario Francisco Tadic, únicos sobrevivientes en el caso de los mercenarios abatidos en 2009 y condenados por planear un atentado contra el presidente Evo Morales, recobraron su libertad.

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