Bonn, Alemania | AFP | por Luis TORRES DE LA LLOSA.
Del Gran Chaco a Madagascar, pasando por África Occidental y Camboya, las observaciones satelitales pusieron en evidencia la rápida regresión de los bosques tropicales en todo el mundo.
El año pasado el mundo perdió unos 18 millones de hectáreas de bosques --equivalentes por ejemplo a la superficie total de Uruguay--, más de la mitad en los trópicos, informó este miércoles el World Resources Institute (WRI) de Estados Unidos.
Se trata de una doble mala noticia para la lucha contra el cambio climático, ya que la destrucción de los bosques ricos en carbono libera gases con efecto de invernadero y elimina uno de los pulmones de la Tierra capaces de retener CO2.
Aunque Brasil y en menor medida Indonesia, los dos países con mayor cobertura boscosa tropical, disminuyeron el ritmo de su deforestación, la reducción de árboles se aceleró en otras regiones ecuatoriales, reveló la unidad de investigación con sede en Washington.
Su informe se publicó en momentos en que representantes de 195 países se encuentran negociando en Bonn (Alemania) para allanar el camino a un acuerdo global en diciembre que permita luchar contra el efecto invernadero y el cambio climático que genera.
"El análisis identifica un incremento realmente alarmante en la deforestación en lugares previamente observados", explicó Nigel Sizer, director del programa de floresta global de WRI.
Los bosques tropicales están siendo arrasados para liberar superficies destinadas a cultivos extensivos o a la cría de ganado.
Bajo el ojo del satélite
En zonas del Gran Chaco que abarcan Argentina, Paraguay y Bolivia, las plantaciones de soja y las explotaciones ganaderas están desplazando a la floresta virgen, que además es hábitat de numerosas especies animales y vegetales.
Ningún cambio escapa al ojo del satélite. Con una pérdida del 8,1% de su superficie boscosa entre 2001 y 2014, Uruguay figura entre los países con mayor deforestación registrada en ese período.
Sin embargo, el estudio aclara que tratándose de un país con una importante industria pastera, en Uruguay la observación satelital coincide sin duda "con árboles talados en el ciclo de las cosechas y no por eliminación de bosques naturales".
En Camboya y otras partes de la cuenca del Mekong, la deforestación se ha acelerado desde 2001 a una velocidad cinco veces superior, por lo general favoreciendo plantaciones de caucho.
En la cuenca del Congo, en África Occidental, la plantaciones de aceite de palma y la minería son los dos principales motores de la deforestación. En la isla de Madagascar se perdió un 2% de la selva en 2014 a causa de la actividad minera, la agricultura y la explotación de valiosas maderas tropicales.
Controlar la deforestación global es uno de los objetivos de las complejas negociaciones globales que se desarrollan en Bonn, faltando apenas tres meses para la conferencia prevista en diciembre en París.
El análisis de WRI fue el primero en recurrir al sistema satelital Landsat, capaz de dar una cobertura global cada ocho días.
"Ahora disponemos de una capacidad sin precedentes para monitorear los cambios de la floresta planetaria", dijo Matt Hansen, profesor de la Universidad de Maryland y coautor del estudio.
Ver más en: http://www.wri.org/blog/2015/09/satellites-uncover-5-surprising-hotspots-tree-cover-loss