Ayoreos de la comunidad Cuyabia denunciaron la presencia de supuestos paramilitares en su territorio. Expresan que los uniformados, quienes estarían trabajando para empresas ganaderas de la zona, ejecutaron disparos intimidatorios sobre dos jóvenes indígenas quienes se encontraban realizando trabajos de monitoreo dentro de las 25 mil hectáreas correspondiente a la reserva indígena.
Según declaraciones de Unine Cutamorajna, líder de la comunidad, en total son cinco los individuos, quienes vestidos de militares y con varias armas en su haber realizaron disparos al aire para amedrentar y asustar a los jóvenes.
Los denunciantes expresan que fueron contratados por la firma agroganadera PACSA S.A la cual extrañamente figura como BAFI S.A.
A criterio de los nativos este nuevo hecho de suma gravedad, es en represalia a la detención de una topadora que semanas atrás había destruido parte de sus bosques.
Unine dijo estar muy preocupado ya que la situación pone en peligro a las más de 20 familias que residen en la aldea.
El líder indígena solicitó que las autoridades estatales, tanto el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) como el Ministerio Público se hagan presente en la zona para verificar la situación y dar garantía a la supervivencia del pueblo Ayoreo. Ambas instituciones a pesar de recibir numerosas denuncias en los últimos meses no han dado respuestas favorables a los nativos.
Comentaron además que vieron a los paramilitares matar animales silvestres, como ser un león, conejos, chancho, venado, además de otros.
La denuncia de este nuevo atropello al pueblo Ayoreo será presentada al Ministerio Público por los representantes convencionales de la comunidad. El fiscal que estaría a cargo sería Pablo de Jesús Zárate, recientemente asignado.
Las tierras de Cuyabia, ex San Lázaro, fueron adquiridas en el año 1996 por el INDI para los guaraní Ñandéva de San Lázaro y cedida mediante un acuerdo histórico de los Ayoreo.
La comunidad se encuentra situada a unos 90 KM al noroeste de la ciudad de Mariscal Estigarribia, Chaco y es una de las pocas áreas dónde existe presencia de indígenas aislados no contactados.