Frente a un grupo de 2.800 reos y sus familiares, el pontífice recordó que "reclusión no es lo mismo que exclusión, que quede claro, porque la reclusión forma parte de un proceso de reinserción en la sociedad".
En Palmasola, en las afueras de Santa Cruz, ciudad donde Francisco cumplió el grueso de su actividad, viven unos 120 niños con sus padres presos, expuestos a todo tipo de peligros.
Estuve preso y me visitaste
El arzobispo de Sucre y responsable de la pastoral penitenciaria Jesús Juárez aseguró que la presencia de Francisco hace real las palabras de Jesús: "Estuve en la cárcel y fuiste a verme".
Miles de familiares de presos aguardaron el paso de Francisco en las afueras del penal.