Juegan Mandzukic y Bale, reapareciendo de sus lesiones, arriesgando para una noche de Champions gigante, y demostrando los dos técnicos que tienen clara su hoja de ruta.
Una semana, siete días, ha tardado Mario Mandzukic en superar las molestias que anunció Diego Pablo Simeone en la víspera del encuentro ante la Real Sociedad. El tobillo le obligó a parar tras varios partidos en los que el croata no estaba dando lo mejor de sí mismo.
El 9 del Atlético volvió a ser uno más en un entrenamiento de los rojiblancos. Mandzukic está a tope y, como reconoció el propio Cholo, para él es titular. Así será, formando pareja con Antoine Griezmann.
Son 10 los encuentros consecutivos en los que el delantero no ha visto puerta y 20 los goles en los que se ha estancado desde, precisamente, la última vez que el Real Madrid visitó el Vicente Calderón. Aquel día, en el torneo de Liga, Mandzukic firmó su mejor partido con la rojiblanca. Anotó uno de los cuatro tantos y fue un incordio constante para la pareja de centrales formada por Nacho y Varane.
Más allá de la lucha de Mandzukic y del gran momento de Griezmann, Simeone medita el once que saltará mañana, minutos antes de las 20.45, al césped del Calderón. Hasta ahora, no ha repetido alineación en ninguno de los seis derbis del curso. Siempre se ha guardado un as en la manga para sorprender a Ancelotti y, en esta ocasión, la novedad puede llegar en el doble pivote. Gabi podría cambiar de pareja y que Mario Suárez ocupe el sitio de Tiago. El recuperado Saúl es la otra opción en una medular que completarían Arda y Koke.
La defensa, por su parte, parece que llevará el sello de Juanfran, Miranda, Godín y Gámez, con Oblak en portería. Sea como fuere, la sesión vespertina del Calderón servirá para acabar con las pocas dudas que ofrece en este momento el once del Atlético.
Alta para Bale
El galés se perdió el duelo ante el Eibar por una sobrecarga, pero ya se entrenó al mismo ritmo que sus compañeros y dio el OK a Carletto, que salvo contratiempo en la sesión de esta mañana, se mantendrá fiel al discurso que ha predicado durante toda la temporada: "Si está bien, Bale juega".
La presencia del galés en el once mandará al banquillo a Isco y hará que el Real Madrid juegue con la misma fórmula que en Múnich la temporada pasada y en el Camp Nou hace menos de un mes. Eso sí, con la presencia de James en el once titular, recuperando el centro del campo que maravilló en la Supercopa de Europa: Kroos-Modric-James. La diferencia respecto al último derbi, el del 4-0, es evidente. Tanto en lo que al once y, sobre todo, al banquillo, se refiere.
Carletto tiene la convicción de que pese a su suplencia inicial, Isco no será un mero comparsa en la eliminatoria.