La calidad del agua del río Paraná está garantizada para uso recreativo y domiciliario, según el monitoreo semanal realizado por la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Nacional de Itapúa (UNI) en las ocho playas habilitadas a orillas del Paraná en esta región. Asimismo realiza el control de calidad de las 32 aguateras de Encarnación. Esta casa de estudios cuenta con un laboratorio de agua y próximo a inaugurarse la ampliación del mismo con equipamiento de primer nivel.
Este monitoreo se realiza mediante convenios firmados por la UNI con la Comisión Mixta Argentina-Paraguaya del río Paraná y la Entidad Binacional Yacyretá. El doctor Hermenegildo Cohene, decano de la Facultad de Ciencias y Tecnología, manifestó que a través esos acuerdos realizan el control de calidad del agua desde el mes de noviembre hasta abril en forma quincenal, pero en época de mayor afluencia de personas se hace en forma semanal, de tal manera a garantizar a la sociedad la calidad del agua que se está utilizando ya sea con fines recreativos como en el caso de las playas como también para fines de uso animal y humano.
"Con satisfacción podemos decir que nuestra región lado paraguayo tenemos calidad del agua, tranquilamente se puede usar las playas, las condiciones están dadas, pero eso no quiere decir que debamos descuidar, nuestra misión es monitorear e informar a las autoridades pertinentes, a las instituciones que tienen a su cargo estos espacios y en todo momento lo estamos realizando con seriedad y mucha responsabilidad, cuando se da una situación que podría afectar la calidad del agua o el ecosistema ya con mucha anticipación estamos dando esas informaciones", aclaró Cohene.
En tal sentido consultado si Encarnación está en riesgo de que sus aguas pierdan esa calidad, el profesional respondió: "depende mucho del uso que le damos a nuestros recursos naturales, toda ciudad puede estar en riesgo si no sabemos cuidar nuestro ambiente y al ser un ecosistema ya alterado como el de Encarnación, vuelto a refuncionalizarlo es mucho más frágil que el resto en ese sentido si tiene riesgo", dijo.
Agregó que la calidad de agua varía entre una playa y otra, quizás por la afluencia de las personas o con las condiciones naturales del río, pero todas las playas tienen condiciones de ser utilizadas tranquilamente.